Uno de los economistas más escuchados por el Gobierno cuestionó el esquema de flotación administrada entre bandas. Sus principales dichos
03/09/2025 – 11:12hs
En medio de la presión cambiaria y la incertidumbre electoral, el economista Ricardo Arriazu alertó que la Argentina atraviesa un grave «problema de confianza» que complica los planes oficiales.
Según detalló, desde la apertura parcial del cepo cambiario los argentinos compraron 11.400 millones de dólares (9.400 millones en términos netos). Esa demanda inesperada, explicó, golpeó directamente la actividad económica. «El equipo económico no esperaba semejante demanda, creyeron que si el dólar estaba tranquilo la gente se iba a olvidar de comprar. Pero la desconfianza está arraigada», señaló en una entrevista radial.
Arriazu también cuestionó el esquema de flotación administrada entre bandas: «Quisieron una banda tan grande y esperar a que caiga al nivel inferior. Yo hubiera comprado a $1150 todo lo que me ofrezcan. La idea era destruir la inflación, pero no se dio. Luego se sumó la estacionalidad del aguinaldo, el turismo y la compra de dólares del Tesoro. Ahí el dólar subió, y cuando sube el dólar en Argentina, baja la oferta», advirtió.
Además, criticó la decisión de desarmar las LEFI y modificar el esquema de tasas: «Creyeron que los 15,5 billones de pesos iban a ir a títulos públicos. Solo cinco fueron ahí; los otros diez se fueron a liquidez y la tasa de interés se desplomó justo cuando subía el dólar. Ahí se desató el infierno».
«No tienen otra alternativa que contener el dólar»
El economista fue categórico al remarcar que el Gobierno debe intervenir para sostener la estabilidad: «No tienen otra alternativa porque, si el dólar se escapa, se acabó todo. Pero como hay desconfianza, eso implica tasas enormes».
Aunque reconoció que la administración cuenta con unos u$s25.000 millones en reservas líquidas, aclaró que no son propias y que la percepción de los mercados es de fragilidad. También recordó que en febrero habrá una nueva revisión con el FMI, cuyo programa contempla la posibilidad de intervenir en la banda superior del tipo de cambio.
La desconfianza, subrayó, también se refleja en el riesgo país, que permanece alto pese a que la Argentina exhibe superávit gemelos. «La pregunta recurrente de los inversores extranjeros es: ‘¿Por qué esta vez será distinto?’. Lo único diferente es el resultado fiscal, y lo están tratando de bombardear», remarcó.
Escenario electoral y perspectivas
Arriazu vinculó el futuro económico inmediato al resultado de las elecciones legislativas: «Si el Gobierno mantiene un tercio en las elecciones, podrá sostener su programa. En ese caso, después de octubre el dólar se tranquilizaría, bajaría el riesgo país y el Gobierno accedería a los mercados».
De cara a 2026, proyectó que la economía podría beneficiarse de la infraestructura energética, la cosecha agrícola y el precio del litio, aunque enfatizó que el gran desafío es «cómo llegar hasta octubre».
Por ahora, la estrategia oficial se centra en intervenir con reservas, operaciones a futuro y manejo de pesos para contener la presión cambiaria.
En un análisis político, Arriazu concluyó: «Dicen los politólogos que el apoyo al Gobierno predomina en varones jóvenes, pobres y con poca educación. No entienden lo que dice Milei, pero lo apoyan porque están enojados con lo anterior y creen que bajó la inflación y la pobreza. Si eso se da vuelta por un salto inflacionario o caída de la actividad, chau Milei».