La final de la Champions League entre el París Saint-Germain y el Inter de Milán no solo fue un espectáculo futbolístico, sino también musical. El Allianz Arena fue testigo de una impactante apertura en la que brillaron nada menos que Linkin Park y el reconocido violinista David Garrett, dejando al público con la piel de gallina antes del inicio del partido.
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El evento comenzó a las 16:00 (hora de Argentina), cuando Linkin Park subió al escenario montado dentro del estadio. La banda estadounidense hizo vibrar a todos los presentes al interpretar algunos de sus temas más emblemáticos, preparando el clima para una final que prometía emociones fuertes. Con un setlist cargado de energía, la banda encendió a los hinchas que aguardaban ansiosos por saber si el equipo francés o el italiano se consagrarían como los nuevos reyes de Europa.
El PSG, bajo la dirección de Luis Enrique, llegaba a esta final buscando su primera Champions League tras la salida de Kylian Mbappé, lo que finalmente terminó ocurriendo tras un demoledor 5-0. Del otro lado, el Inter de Simone Inzaghi intentaba sumar su cuarto título europeo, algo que no logra desde hace 15 años, cuando levantaron por última vez la prestigiosa “Orejona” en 2010.
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Tras la actuación de Linkin Park, fue el turno de David Garrett. El violinista, actor y modelo alemán deslumbró al público con una potente versión instrumental del icónico “Seven Nation Army” de The White Stripes, un tema que se ha convertido en un verdadero himno de las tribunas en eventos deportivos. Su actuación acompañó la presentación del trofeo a cargo de dos embajadores históricos de los clubes: Javier Pastore por el PSG y Javier Zanetti por el Inter.
Con el show musical concluido, los jugadores saltaron al campo, listos para escribir un nuevo capítulo en la historia de la Champions League, mientras los hinchas, electrizados por la música y la expectativa, aguardaban el pitazo inicial. Sin dudas, una apertura digna de la gran final del fútbol europeo.
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