300 estudiantes comen por 250 pesos

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El Comedor Universitario de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) brinda alrededor de 300 platos diarios a estudiantes regulares. El valor del menú es de 250 pesos y el acceso al servicio se realiza a través de un carnet que debe renovarse cada año. En 2025, ya se han registrado unas 1.500 renovaciones hasta finales de abril.

“Con el carnet verificamos que quien accede al comedor sea un estudiante regular. Es una regla que se implementó hace unos cinco años”, explicó Tomás Bobrowski, uno de los tres estudiantes que integran la administración del comedor.

El servicio ofrece almuerzo y cena. Según detallaron, se preparan alrededor de 200 raciones al mediodía y 100 por la noche. Además de estudiantes universitarios, acceden chicos del Club Universitario y alumnos becados del Colegio Universitario. Para quienes tienen cursadas durante el horario de comida, se implementó un sistema de viandas en tupper que permite retirar la comida más tarde.

“La mayoría de los que asisten con frecuencia son estudiantes en situación económica vulnerable. Tratamos de garantizarles todos los días un plato nutritivo que les permita estudiar y sostenerse en la vida universitaria”, señaló Leguizamón.

El funcionamiento diario del comedor implica una planificación rigurosa: la compra de insumos, la administración de un presupuesto ajustado y la coordinación de un equipo de diez cocineras que trabajan en turnos rotativos.

Sin embargo, el escenario económico actual pone en jaque la continuidad y calidad del servicio. “El presupuesto se ha congelado en los últimos dos años. Tenemos el mismo monto que en 2023, pero con más de 110% de inflación”, advirtió Bobrowski. Esta situación obliga a los administradores a buscar nuevos recursos constantemente, enviar notas a Desarrollo Social y evaluar posibles convenios con municipios para mantener el servicio.

Antes de la pandemia, el comedor llegó a servir hasta 700 platos diarios. Hoy, si bien la demanda comienza a crecer nuevamente, las dificultades presupuestarias impiden ampliar la capacidad. “Aumentar la cantidad de viandas podría implicar bajar la calidad de la comida. Tratamos de hacer equilibrio, pero necesitamos apoyo para sostener el servicio”, concluyeron.

Fuente: El Comodorense

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