Varios adultos mayores fueron rescatados este martes de un geriátrico clandestino ubicado en la zona de Cuatro Esquinas de Cipolletti, donde vivían en condiciones indignas. El lugar no contaba con habilitación comercial, tenía graves deficiencias edilicias y sanitarias, y había sido denunciado en múltiples oportunidades. El operativo fue encabezado por el Municipio con el acompañamiento del Gobierno de Río Negro.
El procedimiento comenzó pasadas las 10:30 y fue coordinado por el subsecretario de Fiscalización, Diego Zúñiga. Participaron también agentes de la Subsecretaría de Adultos Mayores del Ministerio de Desarrollo Humano provincial, efectivos policiales y personal de salud. El geriátrico funcionaba sin autorización de Salud Pública, sin área protegida de ambulancias, sin seguros ni elementos mínimos de seguridad como matafuegos o luces de emergencia.
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Además, el lugar presentaba un cuadro crítico de abandono: no había calefacción, el sistema eléctrico era deficiente, no contaban con agua corriente y los residentes debían calentarse con el horno y las hornallas de la cocina. La presencia de plagas y el deterioro estructural agravaban aún más la situación de vulnerabilidad de los abuelos y abuelas alojados allí.
Ante el panorama alarmante, se dispuso el inmediato traslado de los adultos mayores al Hospital Pedro Moguillansky, donde fueron sometidos a controles médicos. Luego de ser evaluados, fueron reubicados en espacios que garantizan condiciones dignas y seguras, informó Zúñiga. “Se actuó de manera conjunta para preservar la salud y la vida de estas personas. La prioridad fue sacarlas de ese ambiente peligroso”, sostuvo el funcionario.
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El geriátrico había sido advertido en reiteradas oportunidades por las irregularidades detectadas. “Hubo denuncias, inspecciones y hasta prorrogas para que regularicen la situación, pero nunca lo hicieron”, explicó Zúñiga. Finalmente, se procedió a la clausura del establecimiento y se dio intervención al Juzgado de Faltas municipal, que tomará medidas legales.