El silbato de La Trochita marcó el inicio de una historia distinta. Este viernes por la tarde, el emblemático tren patagónico de Esquel fue escenario del primer casamiento celebrado a bordo, protagonizado por dos personas cuya historia de amor nació, justamente, entre vagones: Carlos Agüero y Amala Herman.
Carlos, histórico maquinista del Viejo Expreso Patagónico, y Amala, su compañera desde hace más de tres décadas, decidieron dar el sí en el mismo lugar donde cruzaron miradas por primera vez.
“Este tren no solo marcó mi vida profesional, sino también la personal. Es parte de nuestra historia”, expresó él, visiblemente emocionado.
La ceremonia fue íntima y emotiva, cargada de símbolos, recuerdos y una sorpresa: al momento de la tradicional pregunta sobre si alguien se oponía a la unión, una de las hermanas de Carlos se levantó y exclamó “¡me opongo!”.
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Tras unos segundos de desconcierto, todo se aclaró: era una broma familiar. Las tres hermanas del novio habían llegado de sorpresa desde Buenos Aires y eligieron ese gesto para arrancar sonrisas y lágrimas.
Los vagones de La Trochita fueron ambientados para la ocasión, y familiares, amigos y seres queridos acompañaron a la pareja en este paso legal que representa mucho más que una formalidad. Amala, quien conoció a Carlos en un viaje cuando era estudiante en El Maitén, fue quien propuso casarse allí: “Le dije a Carlos que quería que fuera acá. Este tren es parte de lo mejor de nuestra historia”.
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La pareja tiene tres hijos y una vida construida con paciencia y amor. Aunque ya caminaban juntos hace años, eligieron volver al punto de partida para celebrar un vínculo que sigue firme, como los rieles que atraviesan la Patagonia.
La ceremonia fue oficiada por Zulma Eldahuk y registrada como la primera boda dentro del icónico tren. “Este casamiento simboliza un amor que resiste el paso del tiempo, que se construye día a día y que vuelve al lugar donde empezó para seguir avanzando”, destacaron desde el entorno de la pareja.
Como un tren que nunca se detiene, la historia de Carlos y Amala sigue su viaje, sumando paisajes y recuerdos compartidos. Esta vez, con una nueva estación imborrable en su camino: la del amor celebrado entre rieles.