Una empleada de limpieza del Hospital Pedro de Elizalde resultó herida al ser atacada con un arma blanca luego de indicarle a una mujer que estaba fumando dentro del establecimiento que estaba prohibido. La agresora se dio a la fuga y hasta el momento no fue identificada.
Fuentes policiales dijeron a Clarín que la agresora reaccionó atacando a la empleada con un «elemento corto punzante» a la altura del abdomen, pero no llegó a lastimarla de gravedad.
«Fue entre las 9 y 10 de la mañana. Una señora, que no fue identificada todavía, apuñaló a una compañera de limpieza y se dio a la fuga. Empujó a una enfermera que vio todo y quiso detenerla, pero se escapó», dijo a Clarín Héctor Ortiz, enfermero de la ex Casa Cuna.
El hecho ocurrió en el descanso de la escalera del segundo al tercer piso. Allí funcionan las áreas de cirugía e internación. «Hay controles en el ingreso pero se puede llegar hasta ese lugar donde ocurrió el ataque. A veces la seguridad es escasa o la gente se manda diciendo que van a ver familiares. Es un lugar con acceso», explicó otro empleado del hospital.
La agresión fue denunciada al sistema de emergencia 911 por la seguridad privada del centro de salud. Al momento del arribo de fuerzas de seguridad pública, la agresora ya se había ido.
Al momento, se analizan las cámaras de seguridad para encontrar a la mujer que apuñaló a la empleada de limpieza del hospital.
«No se sabe si era una paciente, una madre o visita», explicó un trabajador. Los empleados del hospital reclamaron que la dirección y la empresa de seguridad privada analice las cámaras de seguridad internas para indetificar a la agresora.
«Esperemos que esté bien, pero esto se repite, es permanente. La violencia está en todo el hospital. Hemos tenidos casos de violaciones en el hospital, amenazas de armas de fuego», dijo Ortiz, quien además contó que le pidieron al gobierno porteño que aumente el personal de seguridad.
Por último, los empleados relataron que ya existieron dentro del lugar otros episodios violentos en los que fueron víctimas de distintas agresiones como insultos, escupitajos o empujones.
«En la Farmacia ha crecido la demanda de pacientes y bajó el suministro de la medicación. A veces vienen a buscar y se les informa que no hay. Las personas reaccionan insultando, arrojando algo, escupiendo. Pasa en el hall central», explicaron.
MG