La inseguridad es una preocupación constante que atraviesa a toda la sociedad, sin importar la edad, el género o el nivel socioeconómico. Robos, arrebatos y hechos de violencia urbana se repiten a diario en distintas ciudades, afectando tanto a ciudadanos anónimos como a figuras públicas.
Lejos de estar exentos, los famosos también se ven envueltos en situaciones que ponen en riesgo su integridad o la de su entorno.
En muchos casos, la visibilidad mediática de los protagonistas permite que estos episodios tengan mayor repercusión, generando debate sobre cómo actuar ante una amenaza y sobre el rol de las fuerzas de seguridad. Pero, en el momento, la reacción suele ser espontánea, sin medir los riesgos reales.
La exmodelo recuperó el objeto de valor tras perseguir al delincuente con ayuda de repartidores
A24
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Ese fue el caso de Anamá Ferreira, quien vivió una situación límite este sábado por la noche cuando un delincuente le arrebató la cartera a una amiga. Lejos de quedarse inmóvil, la exmodelo reaccionó de forma inmediata y protagonizó una escena que, aunque terminó bien, pudo haber sido muy peligrosa.
El pasado sábado 23 de agosto, Anamá Ferreira vivió una noche intensa cuando, mientras se dirigía a un evento, fue testigo de un hecho de inseguridad que terminó enfrentando de forma directa.
Un delincuente le arrebató la cartera a su amiga, pero la exmodelo no dudó en actuar. Sin pensarlo dos veces, salió corriendo tras el ladrón y, con ayuda de tres repartidores que estaban cerca, logró reducirlo y recuperar lo robado.
«No me arrepiento para nada. Voy a estudiar más técnicas de reducción porque hago boxeo. Aunque anoche no pude dormir», agregó Ferreira
Ilustrativa-TN
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“El hecho sucedió cerca de las 21.00. El tipo se la arrancó y yo salí corriendo como una loca, a los gritos”, relató en diálogo con la prensa. “Todo por una Chanel”, bromeó, aunque reconoció luego la peligrosidad de su reacción.
“No hay que hacer lo que yo hice. No sabés si la persona tiene un arma o un cuchillo”, advirtió, aunque también reconoció que no se arrepiente. “No me arrepiento para nada. Voy a estudiar más técnicas de reducción porque hago boxeo. Aunque anoche no pude dormir”, agregó.
La policía fue alertada, pero no llegó al lugar. Por eso, después de recuperar la cartera y retener brevemente al agresor, lo dejaron ir. A pesar del riesgo, Anamá convirtió el mal trago en una anécdota que ahora cuenta con humor, pero también con conciencia: “No es lo recomendable, pero no me quedé paralizada”.
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Con información de Noticias Argentinas, redactada y editada por un periodista de ADNSUR