María O’Donnell:
Nos preguntábamos qué pasó anoche en Flores, donde la Policía de la Ciudad de Buenos Aires activó el protocolo antipiquetes frente a una manifestación por el triple femicidio de las jóvenes halladas muertas, mutiladas y enterradas en Florencio Varela. La protesta terminó con detenidos en la ciudad de Buenos Aires.
Myriam Bregman, ex diputada nacional, estaba allí. Myriam, ¿cómo estás? Buen día.
Myriam Bregman:
—Buen día, María. Mira, en realidad lo que ocurrió fue cuando ya quedaba muy poca gente. Yo estuve hasta un ratito antes, porque la verdad es que fue una autoconvocatoria que surgió rápidamente frente al femicidio de estas tres pibas. Empezó a circular, vimos que se repetían los mismos patrones de tratamiento que aparecen cada vez que asesinan a una piba.
Cuando recién llegamos a Plaza Flores, la policía trajo escudos, nos empujó hacia la vereda. La bronca que teníamos todas hizo que empezáramos a cantar con tanta fuerza que tuvieron que retirarse. Creo que eso los dejó en desventaja y, entonces, aprovecharon cuando ya quedaba poca gente para accionar. Algo que ya sabemos que es permanente: Jorge Macri ha pedido completamente el control de la Ciudad, y todos los operativos siguen el mismo esquema de Patricia Bullrich. Acá ya no hay autonomía.
María O’Donnell:
Había un debate en torno a por qué, frente al crimen de Brenda Castillo, Morena Berry y Lara Morena Gutiérrez —dos de 15 años y una de 20, todas de La Matanza—, que fueron encontradas enterradas y mutiladas en Florencio Varela, se convocaba en Flores y no allí. También se discutía si era un hecho de la Provincia o de la Ciudad, en plena campaña electoral.
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Myriam Bregman:
—Sí, María, puede ser. Yo no le esquivo a ninguna discusión, porque cuando decimos que el Estado es responsable, lo que se ve es que no hubo ningún salto cualitativo para mejorar la situación de las mujeres. Hace tiempo que vivimos con casi una mujer asesinada por día. No hablamos de cifras menores. Los femicidios son una realidad constante más allá de lo particular de este caso.
La reacción inicial fue decir: “Cuesta escuchar, cuesta seguir escuchando tanto horror”. Después, Ni Una Menos convocó a Plaza Flores y allí fuimos todas. También hubo convocatorias en distintos puntos del país. Está claro que no es un problema solo de la Ciudad: como mínimo involucra a la Provincia. Tenemos que estar en todos lados reclamando.
Y pensemos que el presidente Javier Milei quiso sacar la figura de femicidio del Código Penal. La reacción también tiene que ver con ese ataque permanente. Y, si me permitís, hay que decir algo que a veces se evita: uno de los balances del propio gobierno anterior fue que si Alberto Fernández había fracasado era porque las mujeres “nos habíamos pasado tres pueblos”, que se había exagerado en los reclamos, que se había dado demasiada importancia a los derechos de género y diversidad. Eso lo instalaron desde adentro del gobierno y desde sectores del peronismo que se dicen progresistas. Por eso también aparece tanta reacción.
María O’Donnell:
Ayer alguien decía: “No es femicidio, son unas mujeres, trabajadoras sexuales en una circunstancia en la que las matan”. Explicanos por qué sí es un femicidio.
Myriam Bregman:
—Mirá, creo que hay varios elementos. Todo es muy dinámico porque acaba de ocurrir, pero ya se ven patrones. Primero, lo que se tardó en salir a buscarlas, la reacción del aparato estatal. Eso es común: cuando son mujeres las que desaparecen, se tarda más.
Segundo, cómo desde el Estado y los medios se empieza a investigar a la víctima: qué hacía, en qué condiciones estaba, casi culpabilizándola. Ese tratamiento siempre aparece. Antes se decía “si tenía la pollera corta”. Ahora son otros argumentos, pero es lo mismo.
Además, está la saña con la que fueron asesinadas y el hecho de que eran tres pibas muy jóvenes. Todo eso hace que desde el feminismo se lo encuadre inmediatamente como femicidio y se salga a pelear. Ningún caso arranca siendo reconocido como femicidio: siempre empieza con la sospecha de que a la víctima “algo habrá hecho”.
María O’Donnell:
Myriam Bregman es candidata a diputada en las elecciones del 26 de octubre en la Ciudad de Buenos Aires. Gracias, Myriam.
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