En medio de una creciente tensión política y mediática, el jefe de Gabinete Guillermo Francos salió al cruce de las acusaciones que vinculan al Gobierno nacional con la reciente filtración de audios atribuidos a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia.
En declaraciones públicas y entrevistas radiales, Guillermo Francos fue categórico: descartó cualquier implicación oficial en la difusión de las grabaciones y denunció una “operación política” articulada por sectores opositores con el objetivo de desestabilizar al oficialismo y erosionar la figura de la hermana del Presidente.
La polémica se desató tras la aparición de una serie de audios que involucran a Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), en los que se mencionan presuntas maniobras de corrupción y “retornos ilegales” que habrían beneficiado a Karina Milei y al funcionario Eduardo “Lule” Menem.
A esto se sumó la difusión de una grabación atribuida directamente a Karina Milei, en la que se la escucha hablar sobre la necesidad de unidad dentro del Gobierno y detallar su jornada laboral de más de quince horas diarias.
El contenido de los audios, aunque no revela irregularidades concretas, fue utilizado por dirigentes opositores para instalar sospechas sobre el funcionamiento interno de la Casa Rosada. El episodio escaló rápidamente en los medios y en el Congreso, donde el diputado Leandro Santoro (Unión por la Patria) replicó las denuncias durante el debate de la ley de emergencia en discapacidad.
Guillermo Francos reaccionó con firmeza ante la situación. En diálogo con CNN Radio, el jefe de Gabinete afirmó que “si esto fue grabado dentro de la Casa de Gobierno, es algo que no tiene precedentes”, y agregó que, de confirmarse el origen de las grabaciones, se trataría de un hecho grave que amerita la intervención de los servicios de inteligencia y la Justicia.
Versiones
“Si usted me pregunta si yo descarto que gente del Gobierno esté dentro de esto, sí, lo descarto”, sostuvo Guillermo Francos, negando rotundamente que la filtración haya sido producto de una interna oficialista.
Además, desestimó las versiones que apuntan a una supuesta manipulación política desde dentro del Ejecutivo, calificándolas como “sin pies ni cabeza” y atribuyéndolas a motivaciones personales o información falsa, en referencia a declaraciones de la diputada Marcela Pagano, quien lo había acusado de operar políticamente.
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