“Tratando de entender el fenómeno Milei” es el nuevo libro de Juan Carlos de Pablo y Ezequiel Burgo que editó Sudamericana y publicó como novedad de agosto.
El trabajo incluye cuatro conversaciones con el presidente Javier Milei y siete miradas del mandatario desde diferentes aristas como Rosendo Fraga (política), Gerardo Della Paolera (historia económica) y Adrián Ravier (economía austríaca), entre otros intelectuales.
Aquí, algunos fragmentos:
JCDP-EB: Estamos en la noche del 10 de diciembre de 2023. ¿Esa noche dormiste?
JM: Sí, después de hablar con Massa me sentía muy tranquilo. Me cambié de ropa para dar una conferencia de prensa. Y como se había juntado muchísima gente a la que fuimos a saludar, improvisamos una suerte de escenario en la esquina del hotel Libertador, lugar donde había vivido en los últimos meses de campaña. Y por último nos fuimos a dormir. Al otro día empezábamos a trabajar con los equipos; habíamos armado planes pero ahora había que sacarle punta al lápiz. Arrancamos a las 7 de la mañana del lunes.
JCDP-EB: ¿En qué momento de la campaña pensaste que tenías una alta probabilidad de ganar?
JM: En ningún momento.
JCDP-EB: ¿Pero en la noche del día de la elección tampoco?
JM: Tiraba todos los boca de urna que me traían. Muchos me decían que ganaba por cuatro puntos y yo decía que no quería saber nada. Creía que si sacábamos cuatro de diferencia, en los papeles serían dos, y para mí dos puntos eran empate. Jamás vi probabilidad alta de ganar. En un momento me llama Federico Aurelio y me dice que gano por diez. Santiago Caputo sabía que ganábamos si perdía mos por menos de dieciocho la provincia de Buenos Aires.
JCDP-EB: ¿Y cuándo te llama Massa?
JM: En el momento en que me llama Cecilia Moreau para pasarme con Sergio Massa, tomo el teléfono y Massa no me felicita, sino que me dice que saldrá a reconocer la derrota. Lo cuento así no como un reproche, ¿eh? Es descriptivo. Debe ser un embole tener que llamar al que venció el domingo a la noche y más cuando Massa se veía como ganador, cuando personas como él, u otros viniendo de la política hace años, se proyectaron en un lugar al que no llegaron.
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JCDP-EB: ¿Cuándo le ofreciste a Caputo ser ministro de Economía?
JM: Muy poquitos días después de las PASO. Los equipos a mi alrededor empezaron a trabajar con una intensidad mucho más fuerte, y al poco tiempo me encontré con Caputo en el salón privado de un restaurante de Palermo que consiguió Nicolás Posse. Empezamos a hablar sobre cómo la veíamos cada uno y rápidamente me di cuenta de que era la persona.
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JCDP-EB: ¿Cómo y cuándo se decide subir el dólar de 350 a 800?
JM: Muy al inicio, en una reunión en el hotel Libertador. Recuerdo que estaban Caputo, Bausili y Federico Furiase. Creo que también alguien más. El consenso del mercado decía que había que llevar el dólar a $ 600. Nosotros lo llevamos a $ 800. Pusimos el dólar más alto y la tasa de inflación quedó por debajo. Aun así, los economistas se quejaban por la apreciación del peso.
JCDP-EB: ¿Vos querías un dólar más arriba o más bajo?
JM: Quería un tipo de cambio que cerrara la brecha. Quería brecha cero, que el tipo de cambio corregido por el impuesto PAIS se igualara al del mercado. Así salió el $800. El blue estaba cerca de $1.000. La realidad era que tenía un precio controlado y la demanda de dólares se comportaba en exceso. Había un exceso de oferta de bonos, que se reflejaba en que el precio de esos bonos caía y la tasa de interés subía y el riesgo país también. El encarecimiento del dinero generaba un exceso de oferta en el mercado de bienes, afectando el nivel de actividad. Por lo tanto, la demanda de trabajo y los salarios no repuntaban, aumentando el número de pobres e indigentes. Pensamos que si corregíamos el exceso de demanda de dólares la caída de la actividad sería menor. De ese modo empezamos a trabajar.
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JCDP-EB: Vas a Naciones Unidas y decís “esto no anda”. Vas a Davos y lo mismo. ¿Cuál es la lógica de esos discursos? ¿Para qué?
JM: Digo lo que pienso. Visito Europa y señalo que imponen regulaciones que matan el crecimiento económico. Los europeos se sintieron ofendidos pero Kristalina Georgieva convocó a Federico Sturzenegger al FMI para explicar la visión que tengo de la regulación y crecimiento, que está en mi libro Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica. Comprendo que es una situación incómoda para muchos. Un día estábamos los presidentes en el G-20, y ahí las conversaciones son con traductor porque uno habla en su idioma natural. Todos tenían sus audífonos puestos. Cuando fue mi turno empecé diciendo: “Todo lo que están diciendo ustedes está mal”. A medida que hablaba miraba la cara de los presentes, sus ojos y las bocas: “Uuuu”… “Ohhh”. Cuando uno termina de hablar en general todos aplauden. Al único que no aplaudieron fue a mí.
JCDP-EB: ¿No hablás en inglés con tus pares?
JM: El caso Trump-Zelensky deja en claro lo importante de tener un buen intérprete, porque con un traductor profesional se solucionan temas si se da cuenta de que algo resulta ofensivo. Puede haber un tema de wording entre dos personas que hablan idiomas distintos, y tener intérprete baja la velocidad a la discusión, con lo cual la probabilidad de pelearse con intérprete es mucho menor. Y ni les cuento en mi caso, que tengo una estrella de la traducción, que cuando “la tiro a la tribuna” con una declaración mía, la edita en términos diplomáticos y queda superfabulosa. Walter es un genio [N. E.: Walter Kerr]
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JCDP-EB: ¿Qué job description hacés de tu trabajo?
JM: Bajar la inflación y mantener la seguridad… Y agrego hacer crecer la economía y que la pobreza baje.
JCDP-EB: ¿Es un trabajo que te pesa, te agobia, te encanta?
JM: Si lo analizo en función de la cantidad de horas que trabajo, diría que me encanta. De hecho, una de las muy buenas recomendaciones que me hizo Macri, y lamentablemente no le hice caso, es el tema de dormir.
JCDP-EB: ¿Cuántas horas dormís?
JM: No más de cuatro. A veces cinco.
JCDP-EB: ¿Pero son horas en las que dormís o más o menos?
JM: Duermo.
JCDP-EB: ¿Tomás algo?
JM: A veces zolpidem. Pero es algo liviano… más de la mitad de los argentinos lo toma.
JCDP-EB: ¿Cómo te llevás con el error? A raíz de tus negociaciones con China, le dijiste a Bloomberg que “a veces también uno tiene que aprender. Y si yo no aprendo perjudico a los argentinos. Así que tengo una presión extra para aprender rápido”. Lo mismo sobre el Papa a The Washington Post.
JM: Si me equivoco, corrijo. Además, ese error con China no fue grave porque había sido una expresión en campaña [N. E.: Milei había dicho que “nunca negociaría con comunistas”]. El tema es si me equivoco, me doy cuenta y persisto en el error. Equivocarse es la vida misma. Hay que reconocer, aprender y seguir. Otra de Boca. Jugaba contra Milan la final de la Copa Intercontinental 2003 y ganó por penales. El único que erró su tiro fue Sebastián Battaglia. Recuerdo que un periodista lo encara a Battaglia y le pregunta: “¿Qué se siente haber sido el único que erró el penal?”. Battaglia le dice al periodista: “¿Vos jugaste alguna vez una final del mundo?, ¿pateaste alguna vez un penal en una final? Los penales los erran los que patean”. La realidad es que hicimos una campaña con muchas promesas y muy exigentes. Si tomo estrictamente lo que prometimos, cumplimos el 75% en el primer cuarto de gobierno. Muchos decían que era imposible. Los políticos se caracterizan por no cumplir ninguna promesa y nosotros cumplimos en un año el 75%. Si sumamos las cosas que no prometimos e hicimos, da más que 75%. ¿Tiramos pelotas a la tribuna? Y sí. Vamos a seguir tirando a la tribuna…