En la transmisión del programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), el senador nacional por Entre Ríos y referente del campo, Alfredo de Angeli, respaldó la decisión del presidente Javier Milei de reducir de forma permanente los derechos de exportación para productos clave del agro. Afirmó que “bajar los impuestos al campo es una inversión” y advirtió que, aunque la recaudación fiscal pueda resentirse en el corto plazo, la medida impulsará la producción y tendrá un efecto multiplicador en la economía.
El senador nacional por la provincia de Entre Ríos, Alfredo de Angeli, ocupa su banca desde 2013. Su figura se consolidó en la escena pública en 2008, cuando lideró y protagonizó el corte rural en el conflicto con el campo más extenso de la historia argentina, al bloquear la Ruta Nacional 14 a la altura de Gualeguaychú. Actualmente, preside el bloque del PRO en la Cámara Alta y es dirigente de la Federación Agraria Argentina en su provincia.
Cuénteme un panorama general: ¿cómo ve la economía?, ¿cómo ve el campo?, ¿cómo ve la relación del PRO con el Gobierno?
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Creo que hay un modelo de gobierno que cambió, a lo que veníamos de hace muchos años. Un sistema, un gobierno ideológicamente realmente distinto al que está ahora, y que el sector agropecuario lo venía reclamando hace mucho tiempo. A ver, sabemos que el país está en la situación que está. El campo… el otro día el anuncio del Presidente fue un aliciente, fue un aliciente para el campo. Puede ser que se resienta brevemente, digamos, temporalmente, la recaudación fiscal, pero es una inversión. Bajar los impuestos al campo es una inversión.
El campo invierte todos los años más de 20.000 millones de dólares, por supuesto, atomizado, y el país se viene sosteniendo hace muchos años de la producción del sector agropecuario. Entonces, al venir un gobierno como el de Milei, donde empieza a darle una señal al campo… El sábado fue claro: no van a ser temporales, ya van a ser definitivas las bajas de impuestos. Eso va a hacer que se produzca más en la Argentina. No solamente se beneficia el productor agropecuario, se va a beneficiar la Argentina.
Mire, Brasil hace muchos años producía menos que nosotros, o igual que nosotros. Brasil triplicó la producción de carne, de trigo, de leche. Antes nosotros le exportábamos a Brasil. Ahora Brasil es nuestro mayor competidor. Y no es solamente el sector agropecuario: la agroindustria, el crecimiento de los pueblos del interior… Todas esas cosas se dan cuando se produce más en una casa o en un país. Así que nosotros lo vemos con buenos ojos al gobierno de Milei, más allá del montón de problemas que tenemos los argentinos, que no vienen desde el 10 de diciembre del 2023, sino que venimos arrastrando desde hace muchísimos años.
El otro día tuve la posibilidad de recibir a unos senadores de España que están en la comisión de Agricultura también de allá. Cuando les dije que el campo, en algunos productos, estaba gravado con más del 60% entre impuestos nacionales, provinciales y municipales, dijeron: “Pero ustedes son los más eficientes del mundo. El día que les bajen los impuestos, ustedes van a ser los más productivos del mundo”. Si con esa presión fiscal ustedes siguen produciendo igual que hace 10, 15 años atrás… si la bajan, ustedes van a triplicar la producción. Y va a generar mucho más empleo, más transporte… qué sé yo… el crecimiento del interior del país. Al país le van a entrar más dólares. Esa es la esperanza que tenemos y la ilusión que tenemos los del campo y el interior del campo.
Ayúdeme con la confianza de conocernos hace muchos años… casualmente por la cobertura del año 2008 de aquel conflicto con el campo, me gustaría que usted le explicara a nuestra audiencia dos contradicciones en este punto. Uno: veta el aumento de las jubilaciones y, al mismo tiempo, produce la reducción de los impuestos al campo. Entiendo que el planteo sería: bueno, si se reducen los impuestos al campo, finalmente, al revés de lo que se llama normalmente la curva de Laffer, eso va a redundar —es una inversión, no es un gasto— en que va a haber más producción y, finalmente, va a terminar siendo neutro el costo fiscal que eso tiene. Y dos, la otra contradicción: la primera era, “este hombre es Hood Robin”, que fue el título de tapa de Perfil. Usted creo que puede explicar que no, que no fue Hood Robin, que lo que está haciendo es invertir. Que, si se reducen los impuestos al campo, eso puede significar un crecimiento de la producción y luego, no generar ningún costo fiscal. Entonces, por más que se le bajen las retenciones, no va a poder triplicar la producción como en el caso de Brasil. En el caso de Brasil había una cantidad de territorio que todavía no se cultivaba.
Usted me dice que no hay más tierra para producir. Sí, pero podríamos mejorar mucho más. Podríamos estar invirtiendo en riegos artificiales, en genética para la semilla… Todas esas cosas que se hacen, se pueden hacer en el mismo lugar. Acá, si nosotros tuviéramos un sector agropecuario dinámico… ¿cuántas cositas se pierden por falta de lluvia? Teniendo dos hermosos ríos, o tres hermosos ríos, y agua subterránea para regar. ¡Imagínese lo que sería eso si tuviéramos una política positiva para el sector agropecuario! Cuánta más carne podríamos estar produciendo, con pasturas, con campos con riegos artificiales. Así que por ahí podemos empezar a hablar distinto. No que necesitamos más tierra, sino que podríamos estar produciendo más con tecnología. Pero el productor agropecuario está muy justo, no lo puede hacer con genética. Entonces, eso de que necesitamos más tierra… no sé.
Yo lo profundizaría con mucho más tecnología para producir más.
La otra pregunta era que, en realidad, cuando se dice que es Hood Robin, que le baja el impuesto al campo y al mismo tiempo veta el aumento a los jubilados, lo que se plantea es que, en el campo, eso en realidad es una inversión. Que esos recursos fiscales que se destinan a bajar el impuesto al campo van a redundar en un aumento de ingresos fiscales por mayor producción.
Por supuesto que va a ser mucho… Vamos, miren: en el año 2015 Mauricio Macri dijo: “Siembren trigo y maíz, que van a cosechar sin derechos de exportación”. Duplicamos la producción de trigo. ¿Se acuerda que tuvimos que importar harina del Uruguay? Una vergüenza, con el gobierno kirchnerista. Y duplicamos: de 10 millones de toneladas llegamos a 18 millones de toneladas de trigo. Y de maíz, que estábamos entre 19 y 20 millones, llegamos a 40 millones de toneladas de maíz. Se pagó con creces la baja de derechos de exportación. Eso fue así. Y eso va a pasar.
Si nosotros bajamos los derechos de exportación, se pagan con creces. Pero va a haber más transportes, va a haber mucho más impuesto, va a haber más agroindustria, va a haber todo. Va a haber más construcción, va a haber más trabajo para los electricistas, los albañiles, los talleres, los que hacen galpones, tinglados… Todo eso va a haber. Se va a mover el interior. Y se paga con impuesto a las Ganancias, que ese sí es coparticipable, que es el que beneficia a las provincias y a los municipios.
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