Las reservas internacionales del Banco Central siguen generando inquietud entre los analistas privados, a pesar de haber alcanzado recientemente su nivel más alto en más de dos años. En un informe reciente, Adcap Grupo Financiero advirtió que las reservas se encuentran en la mitad de lo sugerido como prudente por los parámetros establecidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según reveló el informe, excluyendo el swap de monedas con China, el stock bruto ronda los u$s28.200 millones, una cifra muy por debajo de los parámetros sugeridos por el organismo para un país con las características de Argentina.
El foco sobre las reservas
El estudio, elaborado por Eduardo Levy Yeyati y Federico Filippini, sostiene que la Guía de 2016 del FMI sobre la Evaluación de la Adecuación de Reservas (ARA, por sus siglas en inglés) continúa siendo la referencia estándar para determinar el nivel óptimo de reservas. Esta herramienta, orientada a economías emergentes, contempla eventuales shocks derivados del comercio exterior, movimientos de capital y tensiones de liquidez.
Entre sus componentes clave se destacan: la deuda de corto plazo, otros pasivos de portafolio, el dinero amplio (medido en dólares) y los ingresos por exportaciones.
El informe de Adcap detalla que, según esta fórmula, la deuda de corto plazo equivale a u$s18.300 millones; los otros pasivos, a u$s314.000 millones; el dinero amplio, a u$s30.600 millones; y las exportaciones, a u$s73.600 millones.
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En los últimos días, el Gobierno solicitó un «waiver» por no alcanzar la meta de reservas del FMI.
De esta manera, el informe estimó que el nivel de reservas “óptimas” se ubica entre u$s78.700 millones para un régimen cambiario fijo y u$s57.800 millones para uno flotante. El nivel actual de reservas, sin considerar el swap con China, alcanza solo entre el 36% y el 49% de esos valores. Según el estudio, el nivel adecuado debería cubrir entre el 100% y el 150%.
“Dado el tipo de cambio fuertemente administrado de Argentina — en algún punto intermedio entre un crawling peg y un sistema dual — un objetivo razonable de punto medio podría ser US$68.000 millones. Eso implicaría más que duplicar las reservas actuales», explica el estudio.
El Gobierno solicitó un «waiver» al FMI para destrabar un giro de u$s2.000 millones
El Gobierno argentino presentó esta semana ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) una solicitud formal para obtener un «waiver» por no haber cumplido la meta de acumulación de reservas. La gestión estuvo a cargo del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el viceministro de Economía, José Luis Daza, quienes viajaron a Washington con ese objetivo.
La dispensa, que aún no fue aprobada pero tiene altas probabilidades de obtener luz verde, es clave para destrabar un desembolso de u$s2.000 millones correspondiente a la primera revisión del programa de Facilidades Extendidas (EFF), cuyo monto total asciende a u$s20.000 millones. No obstante, el receso estival del organismo podría demorar tanto la aprobación como el envío de los fondos hasta septiembre.
Las conversaciones entre el FMI y el equipo económico argentino todavía no lograron cerrar el Staff Level Agreement (SLA), un paso imprescindible para que el Board del Fondo evalúe los resultados de la primera revisión.
El programa original fijaba como meta la acumulación de u$s4.700 millones en reservas para el segundo trimestre de 2025, un objetivo que no fue alcanzado. Voces cercanas a las negociaciones explican este desvío por una serie de factores: los vencimientos de deuda, la política de no emisión —que redujo la cantidad de pesos disponibles para comprar divisas— y las propias restricciones impuestas por el Ejecutivo, entre ellas, la decisión de no intervenir en la banda cambiaria hasta que el dólar alcanzara los $1.000, valor que marca el piso del corredor.