En el arranque formal de la campaña electoral en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei dejó en claro que su estrategia será de confrontación directa y sin matices: Axel Kicillof es su blanco principal, y el kirchnerismo, su enemigo declarado.
En un acto multitudinario en Gonnet, La Plata, durante el Congreso bonaerense de La Libertad Avanza, Javier Milei lanzó una serie de ataques verbales que marcaron el tono de lo que promete ser una campaña cruenta, polarizada y profundamente ideológica.
“Soy cruel con los kukas”, dijo Milei sin rodeos ante cientos de dirigentes libertarios. La frase, que ya circulaba en redes sociales desde un encuentro privado en Puerto Madero, fue ratificada públicamente como una declaración de principios.
El presidente no solo apuntó contra el kirchnerismo como fuerza política, sino que personalizó su embestida en la figura de Kicillof, a quien calificó de “pichón de Stalin”, “último zar de la miseria” y “el soviético”. Milei no se limitó a la retórica: desplegó un discurso cargado de datos, acusaciones y consignas, con el objetivo de deslegitimar la gestión del gobernador bonaerense y posicionar a su espacio como la única alternativa viable para transformar la provincia.
“El Conurbano es un infierno”, sentenció, aludiendo a los problemas estructurales de inseguridad, pobreza y falta de infraestructura que, según él, son responsabilidad directa del kirchnerismo. La provincia de Buenos Aires, y en particular el Conurbano, ha sido históricamente el corazón electoral del peronismo.
Milei lo sabe, y por eso eligió dar la batalla en el terreno más difícil. “Vamos a teñir de violeta el último bastión K”, arengó, en referencia al color que identifica a La Libertad Avanza. Según encuestas internas que circularon en el entorno presidencial, el oficialismo nacional se muestra competitivo incluso en las populosas Primera y Tercera Sección Electoral, donde el kirchnerismo ha dominado durante décadas.
Candidatura
El presidente también aprovechó para respaldar públicamente la candidatura de José Luis Espert en la provincia, y elogió el trabajo de su hermana, Karina Milei, en la organización del partido a nivel nacional. “Nos preparamos para dar el batacazo”, aseguró, convencido de que su modelo libertario puede replicarse en territorio bonaerense.
Durante su intervención, Milei no escatimó en descalificaciones. Acusó al kirchnerismo de haber construido un sistema clientelar, de haber empobrecido a la provincia y de utilizar el aparato estatal para perpetuarse en el poder. “El experimento kirchnerista solo fue positivo para los políticos y sus amigos”, disparó, en una frase que sintetiza su visión del adversario.
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