El proyecto Vaca Muerta Sur (VMOS), impulsado por un consorcio de operadoras liderado por YPF, avanza con tres meses de adelanto en la construcción del oleoducto principal, pero encuentra su principal desafío en la infraestructura portuaria en Punta Colorada, en la costa de Río Negro. Así lo informó el CEO de YPF, Horacio Marín, durante las Jornadas de Energía organizadas por el Diario Río Negro, según datos publicados por Dinamicarg.
“El cuello de botella es la terminal portuaria, que requiere más tiempo porque se fabrica en el exterior”, indicó Marín. A pesar de este punto crítico, destacó el ritmo de obra alcanzado por las compañías constructoras, lo que permite anticipar la puesta en marcha de la operación para el segundo semestre de 2026.
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El oleoducto comenzará con una capacidad de 180.000 barriles diarios y prevé duplicar esa cifra en etapas. La meta de capacidad asegurada para 2027 es de 500.000 barriles por día, con posibilidad de ampliarse hasta 700.000 barriles mediante estaciones de bombeo adicionales. Según Marín, el sistema podría alcanzar incluso los 800.000 barriles diarios mediante técnicas de fricción.
Con ese volumen, las exportaciones podrían superar los USD 20.000 millones anuales. A corto plazo, la proyección para 2027 es de USD 12.000 millones, aunque YPF considera que ese monto será superado. “Vamos a estar en más de veinte mil, seguro”, afirmó el directivo.
El megaproyecto se encuentra próximo a cerrar un crédito de USD 1.700 millones bajo la modalidad project finance. Marín aseguró que los fondos ingresarán a fin de mes y que el financiamiento está estructurado por un sindicato de bancos, algunos de los cuales no invertían en el país desde la década del noventa.
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El modelo de financiamiento y desarrollo es novedoso: “Es el primer proyecto hecho por todos los operadores, no por el Estado. Hacer un proyecto colaborativo no era lo que estábamos acostumbrados”, subrayó Marín, en declaraciones reproducidas por Dinamicarg.
Durante el Forbes CEO Summit, el presidente de YPF señaló que el ritmo de perforación deberá duplicarse. Entre 2024 y 2031, se prevé perforar 2.800 pozos (2.000 de petróleo y 800 de gas). A modo de comparación, en la última década se perforaron cerca de 1.700 pozos en todo Vaca Muerta.
Este nivel de actividad requerirá un esquema operativo más intensivo, con una lógica similar a la empleada en desarrollos no convencionales en Estados Unidos. “Tenemos que hacerlo al estilo americano, porque hay que desarrollarlo ahora”, sostuvo Marín.