Los mercados se volvieron a desplomar este viernes por segunda jornada seguida, tras la fuerte respuesta de varios países que fueron alcanzados por las medidas tomadas por Donald Trump en el llamado «Día de la Liberación», en el que colocó fuertes aranceles a los productos importados por Estados Unidos. Hecho que genera incertidumbre e imprevisibilidad entre los analistas respecto hasta dónde puede llegar a extenderse esta crisis.
La tendencia negativa sigue a nivel mundial, porque como respuesta a los aranceles que le impondrá EE.UU. a China de 34% a partir del 10 de abril, este país oriental respondió con que aplicará el mismo nivel de impuestos a los productos estadounidenses.
Cabe recordar que China fue el país más afectado, ya que antes del anuncio ya recibía un recargo de 33% a sus productos en Estados Unidos.
Por ende, el clima comercial mundial se torna cada vez más negativo y los mercados reaccionaron en sintonía, algo que no excluyó a la Argentina, con bajas que llegaron al 13% este viernes.
Los mercados en China estuvieron cerrados por un feriado local, pero otros índices mundiales, como Japón y varias bolsas de Europa, registraron bajas de hasta 4%.
Lo mismo en Wall Street, donde el Nasdaq de empresas tecnológicas volvió a desplomarse casi 5%, un nivel similar a lo que ocurrió en la rueda previa. Muy cerca se ubicaron los índices S&P500 y Dow Jones, en una jornada de bajas generalizadas.
En Argentina el panorama fue similar, con el principal índice de acciones de empresas líderes, el Merval de Buenos Aires, descendió 7% este viernes y acumula un «rojo» de 9,6% en los pocos días que ya lleva abril.
Los activos más golpeados del día fueron los bancos, con bajas que llegaron al 11% en el caso de Supervielle, seguido por Central Puerto, que cayó 10%.
También en Wall Street, las bajas de las compañías argentinas fueron similares, pero en dólares.
Respecto a la renta fija, los bonos argentinos más largos emitidos en dólares, con ley de Nueva York, se desplomaron hasta 3%, como fue los casos de los emitidos al 2038 (AE38D), del Global con vencimiento al 2046 (GD46D) y el bono de deuda al 2041 (AL41D).
Qué panorama se espera para los mercados
Según los analistas consultados por iProfesional, en el corto plazo seguirá la incertidumbre y la volatilidad, aunque no se descarta que se observe algún rebote puntual, sobre todo, luego de las bajas tan pronunciadas en las cotizaciones de los activos bursátiles.
Igualmente, algunos analistas consultados por este medio prefirieron no arriesgar un panorama para las próximas semanas, por considerar «imprudente» realizar un pronóstico en estos momentos tan incierto a nivel mundial, sobre todo por la respuesta agresiva de China a Estados Unidos.
«Todo esto es un combo explosivo, yo veo los mercados más para abajo, porque es un escenario de guerra comercial en aumento y con medidas concretas ya. Diría, ya con una probabilidad alta de una posible recesión con este tema de los aranceles, pero con efectos muy grandes en el resto de los países. Una recesión que puede ser leve, pero con aceleración de la inflación a corto plazo y depresión de precios del petróleo y de las tasas de interés, que eso le conviene a Estados Unidos. Creo que esto va a continuar a corto plazo, por lo menos», resume a iProfesional Gustavo Neffa, economista y analista de Research for Traders (RfT).
Por su parte, Marcelo Bastante, analista de mercados, suma: «El tema de fondo es que lo incierto es peor que lo malo, porque lo que reina ahora es la incertidumbre, es decir, a raíz de las represalias que toman los países en contraposición a la propuesta de subaranceles hace el escenario más complicado porque no sabe dónde termina esta espiral de medidas entre los países. En ese contexto, digamos, hay incertidumbre y eso es lo que genera la retracción de los mercados».
Por eso, agrega que, a priori, «las caídas lucen exageradas porque no tienen fundamentos, son generales y muy significativas, pero los mercados siempre son muy conservadores, ante un efecto adverso, siempre la primera reacción es la caída. Si esta escalada de subas arancelarias sigue potenciándose, podemos seguir viendo turbulencias. Por el contrario, si la cosa se aplaca, entra en negociaciones y el panorama se aclara un poco, yo creo que los mercados se van a recuperar».
Finalmente, Ian Colombo, financial advisor de Cocos Capital, concluye: «No está nada claro hacia dónde va el futuro del comercio internacional. Es que luego de las tarifas que aplicó Estados Unidos, hay países que sí se sentaron a negociar, como Argentina pero, por otro lado, tenés a China que lejos de negociar puso nuevos impuestos a productos estadounidenses. Entonces, eso da un indicio de que todavía no están las cosas claras de cuánto va a durar esta situación macroeconómica o mundial del comercio».
Por eso, considera que «sí está claro que se rompieron las rutas internacionales, sí está claro que se va a reacomodar, se va a armar un nuevo esquema de comercio para todo el mundo, cada país va a tratar de buscar sus nuevos aliados estratégicos. En resumen, Estados Unidos rompió el esquema internacional y el mercado, de alguna manera, lo sabe a eso y lo pone en precios, por lo que las acciones bajan muy muy fuerte, corrigen las expectativas de crecimiento».
De esta manera, Colombo sostiene que las empresas van a «vender menos, ya que estas medidas son recesivas e inflacionarias, así que, por el momento, de corto plazo, esto no se va a solucionar. Durante el año, a medida que avancen las negociaciones, puede que el mercado vuelva a recuperarse y el comercio internacional también, pero muy de mediano a largo plazo, porque no va a ser fácil recomponer el sistema».
Para José Bano, economista y analista de mercados, «con la respuesta de China a los aranceles de Estados Unidos, el mercado sigue ´autodestructivo´. Y si hay respuestas de la Unión Europea, puede seguir cayendo».
Igualmente, detalla que las valuaciones actuales de las compañías y sus precios, «da más señales para comprar activos, pero hay que tener coraje después de ver bajas de más de 12%. Hay que ser prudente y esperar a que pase la efervescencia y ver hasta dónde se llega».