El gobierno publicó el decreto que oficializa el cambio de estructura dentro de la Cancillería que le quita prioridad a la gestión diplomática sobre la región.
El texto oficial al que accedió LPO destaca que las aérea del ministerio que comanda Gerardo Werthein tendrá como aéreas claves la Subsecretaria de Coordinación y Administración Exterior, la vicecancillería (Secretaría de Relaciones Exteriores), la Secretaría de Malvinas, Culto y la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales.
Este espacio es el que comanda el ex cónsul de San Pablo, Luis María Kreckler, que asumió luego de la salida de Marcelo Cima que supo ser uno de los diplomáticos de confianza de Diana Mondino. Rápido para entender por donde pasa el poder, Kreckler logró establecer una relación de confianza con Karina Milei, a quien paseó por San Pablo junto al ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo.
Kreckler gana poder en la Cancillería y asumirá un cargo clave
Kreckler asumió las funciones de la Subsecretaria de Asuntos Latinoamericanos que deja de existir para licuarse en el resto de las áreas comerciales de la Cancillería.
Fuentes diplomáticas consultadas por LPO afirman que «todavía no se sabe si las aéreas que quedan flotando van a responder directamente al Canciller a través de una dirección general que pueda crearse o si van a depender de la subsecretaría de Política Exterior como durante el gobierno de Alberto».
«Kreckler es que mejor queda parado, no le tocan nada y suma todo el tema latinoamericano. Todos los asuntos latinoamericanos pasan al mismo orden que Europa, Asia, Oceanía, África», agrega.
Kreckler es que mejor queda parado, no le tocan nada y suma todo el tema latinoamericano. Todos los asuntos latinoamericanos pasan al mismo orden que Europa, Asia, Oceanía, África.
La decisión de quitarle prioridad institucional a la cuestión latinoamericana coincide con el aislamiento de Milei respeto al resto de la región. Como adelantó en exclusivo LPO, Lula acordó relanzar Unasur para aislarlo y reconfigurar un esquema sudamericano con los gobiernos progresistas pero también con presidentes de derecha como Perú, Ecuador y Paraguay.
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Otra muestra es la decisión de Brasil de hacer caer la candidatura que apoyaba Estados Unidos para la OEA para dar lugar a uno propio que responda a esta nueva lógica. Milei quedó fuera de todas las negociaciones y ni siquiera mandó un representante a la asunción del uruguayo Yamandú Orsi.
En ese sentido, Argentina ejerce la presidencia protempore del Mercosur pero presiona para firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que lo deja al borde de la ruptura.